La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, se
celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene un doble
objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo al
cielo.
“En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María:
ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el
camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad
con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día,
incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas.
María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con
claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión
de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI (2010)
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