Señor Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre: haz que experimentemos el amor del Padre y la alegría de ser sus hijos.
Ven a nuestro encuentro para conocerte, amarte y seguirte en la comunión de tu Iglesia, celebrando y viviendo el don de la Eucaristía.
Danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu, que ilumine nuestras mentes y despierte en nosotros el deseo de contemplarte.
Concédenos unidos a tu cruz el don de amar a los hermanos.
Como misioneros enviados por Ti, danos el valor de anunciar a todos, en especial a los débiles y excluidos, tu mensaje de salvación.
Queremos, como Discípulos Misioneros, colaborar con nuestro testimonio y entrega, para que nuestra Iglesia que camina en la Arquidiócesis de Medellín tenga en Ti , vida abundante, y con solidaridad construyamos la fraternidad y la paz.
¡Señor Jesús, ven y envíanos!
María, Madre de la Iglesia,
Ruega por nosotros.
Amén.